Uno no cumple 17 años todos los días y, por eso, los jefes de Justin Bieber han decidido tirar la casa por la ventana y celebrar por todo lo alto una ocasión tan especial. Por eso le han hecho al cantante el regalo que más ilusión podía hacerle: han traído a sus amigos canadienses hasta Nueva York para que pudieran tirarle de las orejas en persona.
Lo último que podía imaginar Bieber era poder compartir el día de su decimoséptimo cumpleaños con sus amigos de Ontario de toda la vida, Ryan Butler y Chaz Somers, que fueron llevados al plató de Nueva York para la ocasión, según recoge Contactmusic.
Por eso, el cantante se quedó con la boca abierta y recibió a sus amigos con un grandísimo abrazo. "Me había enfadado con ellos porque no habían querido hablar conmigo por videoconferencia en Internet. Me decían que no les dejaban, que no podían", comentaba sonriente al saber la razón por la que no había podido comunicarse como quería con sus amigos la noche anterior.
Con esta pequeña sorpresa intentaban compensar los jefes de al cantante que, durante la presentación de su película Never Say Never, comentaba que le entristecía no poder pasar más tiempo con sus amigos de siempre. Esa es la razón de que los tres jóvenes hayan sido reunidos en Times Square en una fecha tan señalada, plaza que, para la ocasión, estuvo abarrotada por las fans del cantante, quienes también quisieron felicitar a su ídolo.
No obstante, el cantante no para de trabajar y, si una noche celebra su cumpleaños en MTV, otra pone su humor a prueba haciendo un cameo 'sorpresa' en el programa Saturday Night Live, según señala The Hollywood Reporter.
De esta forma sopla las velas en su 17 cumpleaños Justin Bieber, en compañía de sus dos mejores amigos, con la maleta cargada de proyectos laborales y Selena Gómez en el corazón ya que, según confirma Maria Canls-Barrera, madre de la joven en la ficción, ambos están totalmente sumergidos en una bonita historia de amor.
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